Hoy toca madrugar.
Desayuno a las 6:15, con las maletas ya preparadas en el pasillo. A las 7 se
cargan las maletas en el coche de apoyo, aspirantes y cooperantes en el bus y
los padres Josep María y Emilio en otro coche.
Partimos para
recoger a nuestros guías Jules y Monok, y a nuestro querido traductor-animador
Jeremías. Una parada en el camino para comprar comida para los monos que vamos
a ver, durante la cual aspirantes y cooperantes aprovechamos para comer
almendras, nueces, piña y cacahuetes garrapiñados(Gracias Valentín!!!).
Segunda parada
obligada. El coche de los padres tiene algún problema mecánico y tenemos una
clásica aventura africana: Hay que remolcarlo con el bus. 20 km de trayecto
indescriptibles...hay que vivirlo, lo siento, quien quiera que venga y lo
disfrute.
Una vez
“solucionado” el problema con el coche, reubicamos maletas y pasajeros y
continuamos con el autobús y el coche de apoyo rumbo al lago de Ossa. Llegamos
al club de Ossa previa parada y foto de rigor en la prefectura. Comemos en el
club con unas vistas impresionantes del lago y partimos hacia el Santuario de
María Reina de los Apóstoles de Mariamberg.
Tras una hora de camino entre interminables palmerales y plantaciones de caucho, llegamos al Santuario, nos explican un poco su historia y lo que se pretende que sea, rezamos y nos dirigimos andando hacia la embarcación que nos llevará a la Isla de Pongo.
Nos llevan en tres turnos hacia la zona de los chimpancés más jóvenes, los bebés. Allí les damos cacahuetes, los tocamos, los cogemos o se nos suben, hacemos multitud de fotos.
Al acercarnos a una enorme jaula en la que hay una familia de chimpancés, uno de ellos le quita la gorra a Edmond, se la ponen, juegan con ella. Engañan a Ana ofreciéndole la gorra, pero cuando se acercan le agarran el brazo. Nada, un cuidador está rápido al quite y no pasa nada. Al final, uno de los chimpancés termina tumbado en una hamaca con la gorra puesta.
1.- Llamar a la
policía y que venga a abrir.
2.- Intentar pasar
el bus por un hueco junto a la barrera esquivando después un camión…
Impresionante el
chófer. Sólo faltaba una marcha de semana santa(Es lo que tiene que un
sevillano escriba esta crónica). Tras esta
demostración y 4 horas de camino, llegada al hotel, cena, ducha (caliente!!!!) y
a la cama.
Mañana más.
Tony (cooperante).